Debilidad institucional, corrupción e incompetencia en fuga de «El Chapo»

Debilidad institucional, corrupción e incompetencia en fuga de «El Chapo»

México, 12 jul (EFE).- Debilidad institucional, corrupción e incompetencia se conjugaron en la fuga del capo Joaquín Guzmán Loera de un penal de máxima seguridad en México, señalaron hoy varios analistas, que también destacaron la mancha que este suceso supone para la imagen del país.

Javier Oliva, catedrático de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a EFE que la hipótesis inmediata sobre el escape de «El Chapo» Guzmán del Centro de Readaptación Social Número 1 Altiplano habla de «la colaboración interna y externa para que se construyera un túnel de 1.500 metros» por el que huyó el capo.

Oliva consideró que «si quiere darse una respuesta de contundente, Guzmán debe ser reaprehendido en las próximas 48 horas, para poner un plazo holgado», y que «cuantas más horas pasen, quiere decir que más dinero hubo, más corrupción hubo y más entendimiento hubo para que este personaje saliera de esta prisión mal llamada de máxima seguridad».

«Yo creo que es una situación francamente crítica, con la imagen del país muy afectada. Tiene una cantidad de repercusiones muy serias y nos habla de una profunda debilidad del Estado mexicano», añadió el especialista en temas de seguridad nacional.

De acuerdo con Oliva, la capacidad corruptora e intimidatoria del crimen organizado «es muy fuerte porque las estructuras (del Estado) están proporcionalmente débiles».

El experto sostuvo que la equivocación del Gobierno es que ha persistido en atacar los efectos de la delincuencia y la violencia, en vez de las causas.

«No puedes descansar en la fuerza pura mientras no hay leyes apropiadas, mientras no tienes la contribución decidida del Poder Judicial, mientras no haya un sistema penitenciario eficiente», argumentó.

«Ojalá el presidente (Enrique Peña Nieto) asuma con toda responsabilidad este grave momento para hacer un ajuste de fondo de su estrategia. La oportunidad la tiene, y veremos si procede en consecuencia», acotó.

Por su parte, Alejandro Hope, también especialista en seguridad, indicó que la fuga significa una derrota para el Estado porque muestra la capacidad de intimidación y corrupción del crimen organizado.

«Esto muestra las debilidades infraestructurales del aparato de seguridad y justicia; muestra que aún en la prisión de más alta seguridad es imposible retener a un personaje de esta naturaleza y que habría que revisar a fondo cuáles son las deficiencias de las que carece este sistema», dijo a la emisora Radio Fórmula.

En declaraciones al mismo medio, el criminólogo Pablo Monzalvo, académico de la Universidad Iberoamericana, opinó asimismo que la fuga revela a la vez corrupción e incompetencia oficiales.

«No es posible entender que se construyera ese túnel, que llevó seguramente mucho tiempo, sin que nadie se diera cuenta. Evidentemente hay corrupción del equipo de dirección dentro del penal», expuso.

Monzalvo dijo que también «hay una incompetencia absoluta de parte de quienes son responsables de preservar la seguridad, no sólo de los reclusorios, sino de la seguridad nacional».

Estimó que al delincuencia en México «va a seguir en ascenso, no en función de esta fuga sino en función de las redes de corrupción establecidas y contra las cuales se ha podido hacer muy poco».

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