San Diego (CA), 22 may (EFEUSA).- La estrecha colaboración entre autoridades mexicanas y estadounidenses ha facilitado la extradición de criminales que cruzan la frontera en ambos sentidos en un intento por evadir la justicia.
Jesse Navarro, vocero de la Fiscalía del condado de San Diego (California), explicó a Efe que criminales en Estados Unidos aún tienen la creencia errónea de que la forma de eludir la ley es huyendo unas millas hacia el sur.
«Mucha gente aún piensa que te puedes ir a México y nada va a pasar, cuando hoy en día la situación ya no es así», señaló el representante de la procuraduría local.
En el condado de San Diego que colinda con la frontera mexicana en los últimos siete años se ha logrado la extradición de 23 delincuentes que cometieron algún delito y huyeron hacia el país vecino.
Asimismo, otras cinco personas se encuentran ahora bajo custodia de autoridades mexicanas y, aunque un juez ya ha otorgado el permiso de extradición, todavía deben cumplir con cargos presentados en dicho país.
«Cuando se trata de fugitivos no hay frontera, los vamos a perseguir duremos un mes o varios años, pero los vamos a encontrar para que se haga justicia», dijo Navarro.
En 2001, la Suprema Corte de Justicia en México declaró constitucional el proceso de extradición, lo que permitió que autoridades estadounidenses pudieran solicitar el envío de fugitivos con cargos pendientes en este país.
El proceso de extradición, que dependiendo de cada caso puede extenderse meses o años, requiere que la fiscalía de la entidad donde se cometió el delito realice una petición al Departamento de Justicia de Estados Unidos y posteriormente al Departamento de Estado.
Tras la aprobación de ambas dependencias y, en el caso de que el fugitivo se encuentre en México, la petición llegará a la Procuraduría General de la República (PGR) para que se emita una orden de detención.
A nivel nacional, el pasado año fiscal, la oficina de U.S. Marshals coordinó la extradición de 883 personas que se encontraban en distintos países.
Sylvia Tenorio, fiscal de la Unidad de Extradiciones en San Diego, destacó la colaboración que existe entre agencias de seguridad estadounidenses con sus homólogos al sur de la frontera.
«La relación (con México) ha mejorado mucho y, en base a la colaboración con agencias estadounidenses, se trabaja en conjunto para lograr extraditar a las personas», señaló la fiscal, quien anteriormente trabajó en el Departamento de Justicia federal.
Entre los casos más recientes en que la Fiscalía ha solicitado una extradición, se encuentra el de Armando Pérez, quien fuera acusado en 2010 de asesinar a su esposa en el baño de un colegio comunitario de San Diego y horas más tarde huyó a Tijuana (México).
Dos años después, fue detenido por las autoridades de Baja California y extraditado a San Diego, donde su caso fue llevado ante un juez. Tras declararse culpable del crimen, Armando Pérez fue sentenciado a cadena perpetua a principios de este año.
Además de homicidios, otros crímenes en los que se busca la extradición son los de violación sexual de menores y secuestro, entre otros.
A nivel federal, miembros de organizaciones internacionales de narcotráfico fueron entregados a la corte del distrito sur de California para ser procesados en este país.
Entre ellos, se encuentran Benjamín Arellano Félix, sentenciado a 25 años de cárcel, y su hermano Eduardo Arellano, considerado el cerebro financiero del Cartel Arellano Félix, quien cumple condena de 15 años.
A ello, hay que sumar que a principios de este año la procuraduría presentó cargos en contra de 60 integrantes del Cártel de Sinaloa, incluyendo a su líder, Ismael «El Mayo» Zambada, quien se encuentra prófugo de la justicia y dos de sus hijos.
En el caso de su hijo Ismael Zambada-Imperial, alias «Mayito Gordo», y quien fue arrestado en México a finales de 2014, la dependencia ya ha solicitado su extradición a San Diego, según detallan documentos oficiales.
El vocero de la Fiscalía del condado de San Diego reveló que en los últimos años la situación también se ha visto a la inversa y criminales que cometieron delitos en México han intentado buscar refugio en California.
«Hemos visto un incremento, nada drástico pero sí significante, de personas que se involucran en crímenes serios en México y se vienen a Estados Unidos, ya sea legalmente, porque pueden cruzar, o en algunos casos ilegalmente», dijo.
El portavoz de la dependencia reiteró que en ambas situaciones, la colaboración binacional ha permitido coordinar esfuerzos en la lucha contra la impunidad en la frontera.
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