Chicago (IL), 14 may (EFE).- Un niño enfermo, hijo de inmigrantes mexicanos, pudo realizar hoy su sueño de vestirse de charro y tener a su lado en el hospital para un festejo íntimo de sus 15 años a Alicia Juárez, la última esposa de su ídolo, el famoso cantante y compositor de música ranchera José Alfredo Jiménez.
La cantante vino especialmente por un día a Chicago para compartir unas horas con José Pérez en el piso 19 del Hospital de Niños, y entonarle muy bajito «El rey», entre otras creaciones que hicieron famoso a Jiménez (1926-1973) en México y todo el mundo.
«Él quería comida mexicana, muchos caballos y la presencia de Alicia», declaró a Efe Silvia Brito, madre del niño que sufre de hidrocefalia congénita y puede estar en los últimos meses de una vida muy azarosa.
La cantante, que fue invitada por amigos de la familia enterados de la admiración del niño, dijo sentirse conmovida por su «fortaleza y alegría de vida», lo que considera «una lección para todos».
José, que ha estado entrando y saliendo de hospitales desde que nació en Chicago, declaró sentirse «como el (Jiménez) original», con su traje y sombrero de charro.
«Solamente me falta el bigote», dijo el niño, que en su admiración quiere seguir a Jiménez hasta la tumba.
«Cuando me muera quiero que me entierren en León, Guanajuato, junto a la tumba de José Alfredo», expresó José, a quien los médicos no le dieron más de cinco meses de vida al nacer por el exceso de líquido cerebral.
Para su madre Silvia, ha «luchado como Sansón para sobreponerse y llegar a este momento».
José ha estado entrando y saliendo de hospitales desde que nació en Chicago, y a pesar de las previsiones pesimistas de los médicos, «luchó como Sansón y logró sobreponerse para llegar a este momento», expresó su madre.
El niño ha sido sometido a 73 cirugías en el cerebro, y convive con varios tubos de drenaje que le salen del cráneo, donde el hueso ha sido reemplazado en su casi totalidad por titanio.
«En la próxima operación le van a implantar un tubo más grande y eso me preocupa porque puede quedar en coma o no aguantar e irse», señala Silvia, quien no quiere bajar los brazos.
«Los médicos me dicen que ya no hay mucho más para hacer, pero él fue desahuciado otras veces y se repuso luchando», agrega.
En la actualidad, José está ciego de un ojo y tiene dificultades para mover las extremidades del lado izquierdo, pero su madre continúa viéndolo como «un gran héroe fuerte y valiente».
«Cuando podía ir a la escuela no faltaba nunca, no había nadie más puntual que él, listo desde las 6 de la mañana con su uniforme y mochila a la espera del autobús escolar», dice la madre.
Es por eso que los padres de José están dispuestos a hacer lo que sea para satisfacer sus deseos, como el festejo de los 15 años con la presencia simbólica de su ídolo José Alfredo Jiménez a través de la última esposa de éste, Alicia Juárez.
José quería lucir su traje y sombrero de charro y que le cantaran «El rey», canción especialmente recordada de Jiménez, que también compuso éxitos como «Amanecí en tus brazos», «Paloma querida», «Caballo blanco» o «Un mundo raro».
Las canciones de Jiménez fueron interpretadas por figuras memorables mexicanas, como Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Acedes Mejía y Javier Solís.
Pero para José, su deseo de tener una fiesta con platillos elaborados por su madre como pozole y tacos dorados, fue coronado con la presencia de Alicia Juárez, que no pudo cantar para no alborotar demasiado el piso del hospital, pero sí le recitó «con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley. No tengo trono ni reino, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo El rey».
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