El OIEA dice que queda mucho para aclarar si Irán aspiraba a un arsenal nuclear

El OIEA dice que queda mucho para aclarar si Irán aspiraba a un arsenal nuclear

Viena, 7 sep (EFE).- La agencia nuclear de la ONU advirtió hoy de que queda mucho trabajo por delante para aclarar hasta finales de año si el polémico programa atómico de Irán tenía una vertiente militar, algo esencial para levantar las sanciones a la República Islámica.

«Queda mucho trabajo por hacer respecto a las posibles dimensiones militares» del programa atómico de Irán, declaró en rueda de prensa Yukiya Amano, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Amano debe elaborar para el 15 de diciembre un informe con conclusiones definitivas sobre las dudas que todavía despiertan las pasadas actividades nucleares en Irán, incluido ese posible aspecto militar.

Irán ocultó durante 18 años su programa atómico a la comunidad internacional y, aunque siempre ha defendido que sólo tenía fines civiles, hay algunos indicios que levantan sospechas.

El informe del OIEA es clave para que entre en vigor un histórico acuerdo alcanzado en Viena el pasado 14 de julio entre Irán y seis grandes potencias, que prevé establecer limitaciones al programa atómico de la República Islámica a cambio de levantar las sanciones que pesan sobre ese país.

«Las aclaraciones sobre las posibles dimensiones militares sólo serán posibles si tenemos un buen entendimiento de toda la situación», aseguró el diplomático japonés.

Amano indicó que Irán remitió a mediados de agosto respuestas a una serie de preguntas de sus expertos, que están siendo revisadas por el OIEA, y que habrá un encuentro entre técnicos iraníes y de la agencia de la ONU.

Especialmente importante para aclarar esas actividades pasadas es el papel de la base militar de Parchin, una instalación en la que varias agencias de inteligencia sospechan que se realizaron experimentos relacionados con armas atómicas y a la que Teherán ha negado la entrada a los inspectores de la ONU.

Como en otras ocasiones, Amano ha criticado que Irán esté desarrollando unas obras en Parchin que pueden dificultar el trabajo de los inspectores internacionales.

En un reciente informe de finales de agosto, el OIEA observó mediante imágenes por satélite la presencia de vehículos, equipos y probablemente material de construcción en Parchin.

«Hemos observado actividades allí recientemente, y, como en casos anteriores, esas actividades pueden socavar la capacidad de verificación del OIEA», criticó hoy Amano.

Pese a la tarea que queda por delante, el responsable del OIEA descartó que no pueda finalizar para mediados de diciembre su importante informe y aseguró que Irán estaba cumpliendo con los plazos.

«No tengo en mente la posibilidad de extender el tiempo (para elaborar el informe). Las actividades se están haciendo de forma ordenada, por parte de Irán y por parte de nosotros», subrayó.

Y advirtió que, como organismo técnico, la evaluación del OIEA será «imparcial» y solamente se atendrá «a los hechos».

Horas antes de la rueda de prensa, Amano declaró ante los Estados miembros del organismos ejecutivo del OIEA que sus inspectores necesitan más acceso a instalaciones y datos en Irán para garantizar a la comunidad internacional que no se desviaron materiales ni hubo actividades nucleares sin declarar.

El diplomático japonés subrayó que un acceso sin restricciones es un «requisito esencial» para poder ofrecer «certezas creíbles» sobre la naturaleza pacífica y civil del programa nuclear iraní.

Para ello, el OIEA exige que Irán aplique el llamado protocolo adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP).

Ese documento, ratificado por un centenar de Estados, permite a los inspectores del OIEA acceder sin aviso previo a cualquier instalación nuclear en la República Islámica.

En el marco del histórico acuerdo nuclear del pasado 14 de julio, Irán se comprometió a aplicar de forma voluntaria el TNP.

Amano ha destacado que gracias a esa herramienta sus expertos tendrán «un mejor conocimiento del programa nuclear de Irán».

Con el acuerdo alcanzado el pasado julio en la capital austríaca se espera poner fin a doce años de litigios nucleares con Irán, que siempre ha defendido que sus ambiciones nuclear son pacíficas y considera que no tienen base alguna las acusaciones de que buscaba hacerse con un arsenal nuclear.

Para verificar el acuerdo, el OIEA necesitará unos 9,2 millones de euros anuales en los próximos 10 a 15 años, el período en el que se aplicarán las principales limitaciones al programa atómico iraní.

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