Jóvenes de El Bronx convirtieron la escritura en su mejor aliado

«Me senté en mi escritorio y empecé a llorar. Para escribir mi historia me tuve que romper yo mismo. Tuve que sacar de mi corazón lo que yo no quería exponer», dijo a Efe Carlos Sánchez, autor de «A Day in My Life», una de las 24 historias escritas por jóvenes de una escuela en El Bronx, un condado de mayoría latina.

En ese momento, agregó el joven de 17 años, «pensé que quería ser transparente, quizás mi historia podía impactar a alguien para ser una mejor persona».

«Escribir parte de este libro fue una gran bendición», señaló el estudiantes de la escuela Cristóbal Colón, quien contó en el capítulo lo que vivió con su padre, que abandonó el hogar por otra relación y fue condenado a 20 años de cárcel por narcotráfico, a lo que se sumó haber perdido su hogar por un fuego y su diabetes.

Sánchez, el más pequeño de cuatro hermanos, no olvida los problemas que afrontó su madre para criarles sola, en un pequeño apartamento de un dormitorio.

Tampoco las veces que ésta llegó a su hogar «con una simple hamburguesa que partía en cuatro pedazos» para darles de comer mientras ella «se conformaba con unas papas pequeñas pero para ella estaba bien», porque sabía que sus hijos habían sobrevivido otro día, lo que cuenta en su capítulo.

«Mi madre se convirtió en mi súper héroe», reiteró el adolescente durante la entrevista con Efe, en la que aseguró que escribir este capítulo le ha dado valor para ahora enfrentar a su padre con lo que le ha ocasionado dolor por tantos años.

«Experience Our Story» es el final de un proceso que comenzó el pasado enero como parte de una iniciativa del Departamento de Desarrollo Comunitario y de la Juventud titulado «Un capítulo de mi vida» para fomentar la escritura y lectura entre los jóvenes, que comenzó con este grupo de chicos en El Bronx.

El programa no tenía como meta que los jóvenes escribieran un libro porque podían contar sus historias a través del medio que eligieran. La idea era que expresaran lo que pensaban y sentían y para ello contaron con la ayuda de talleres de escritura con el exsoldado, actor y motivador J.R. Martínez y el educador y escritor Daniel José Oller.

El proyecto lo comenzaron 150 chicos pero se mantuvieron hasta el final los 24 jóvenes que publicaron sus historias en el libro, presentado esta semana en la biblioteca pública de la ciudad.

«Con todo lo que me pasó seguiré hacia adelante y no dejaré que nada ni nadie me aleje» del propósoito de ser abogado y político «pero no corrupto», dijo el joven, quien asegura que eso será posible tras poder expresar todo el dolor que había guardado por años en su corazón.

Sánchez aseguró que al sentarse a escribir buscó «en lo más profundo» de su corazón y que al final del proceso se siente «mejor».

«Esto no se trató de ser una persona fuerte, sino de ser real, de ser más sensible hacia mi corazón y hacia otra gente y sus historias, a no juzgarlos», afirmó el adolescente, quien reiteró que «no sería lo que soy» sin el apoyo de su madre, Nélida Marrero, quien pudo estudiar y convertirse en enfermera.

Su madre, dijo, está orgullosa de sus hijos que pese a las adversidades terminaron la escuela, tras lo cual su hija ingresó a la policía de Nueva York, y él está en el proceso de buscar el lugar donde seguirá sus estudios universitarios.

«Creo que todo lo que pasa en la vida tiene un propósito, que todo mi sufrimiento serán una bendición aunque en este momento no lo vea así», afirmó.

Por su parte, el motivador y actor J.R. Martínez, señaló a Efe que esta experiencia le sirvió para recordar «que debemos escuchar a los jóvenes. Con este programa hemos visto que tienen cosas que contar y que es importante ayudarles».

Martínez, exsoldado que durante su servicio en Irak en 2003 resultó herido con quemaduras en más de un 34 % de su cuerpo, que ha tenido 33 cirugías y que tuvo que aprender a caminar de nuevo, contó su vida en el libro «Full of Heart», que llegó a la lista de Best Sellers del New York Times.