Washington, 25 may (EFEUSA).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó que el Día de los Caídos que hoy se conmemora en el país es el primero en 14 años en el que no hay tropas estadounidenses inmersas en una guerra sobre el terreno en el mundo, tras el fin de la misión de combate norteamericana en Afganistán.
«Para muchos de nosotros, este Día de los Caídos es especialmente significativo: es el primero desde que acabó nuestra guerra en Afganistán. Hoy es el primer Día de los Caídos en 14 años en que Estados Unidos no está inmerso en una gran guerra sobre el terreno», dijo hoy Obama en un discurso.
Hasta finales de 2014, la presencia de las tropas de EE.UU. estuvo en paralelo con la misión internacional de la OTAN, y aunque en la actualidad siguen destacados en Afganistán casi 10.000 militares estadounidenses, su labor ahora es de entrenamiento y asistencia a las fuerzas armadas afganas.
«Seguiremos devolviendo a casa y reduciendo nuestras fuerzas, hasta una presencia (limitada a proteger la) embajada a finales del próximo año. Pero ahora mismo Afganistán sigue siendo un país muy peligroso. Y como saben tantas familias, nuestras tropas siguen arriesgando sus vidas por nosotros», afirmó Obama.
En su discurso en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia), a las afueras de Washington, Obama recordó que más de 2.200 estadounidenses murieron desde el inicio de la guerra en Afganistán, y rindió homenaje a los dos últimos soldados que murieron durante la misión de combate de EE.UU. en ese país, Ramón Morris y Wyatt Martin.
Morris «nació en Jamaica, se mudó a Queens (Nueva York) cuando era un adolescente, y como muchos inmigrantes orgullosos, se sintió llamado a servir a su nuevo país» alistándose en el Ejército, donde fue destinado a Irak y Afganistán, explicó Obama.
Tanto Morris como Martin, «fallecieron en diciembre pasado cuando un artefacto explosivo impactó en su vehículo» en Afganistán, recordó el presidente.
Obama también recordó al cabo John Dawson, que en abril se convirtió en el primer militar estadounidense en morir en la nueva misión de entrenamiento a las fuerzas afganas, cuando «un atacante que llevaba un uniforme afgano abrió fuego contra un grupo de soldados» norteamericanos.
«La mayoría de estadounidenses no llegan a ver, no llegan a entender el sacrificio que hace el 1 % (de ciudadanos de EE.UU.) que forman nuestras fuerzas armadas compuestas solo por voluntarios», afirmó Obama.
En marzo, Obama anunció que, dada la complicada situación de seguridad en Afganistán, EE.UU. mantendrá allí a 9.800 militares hasta final de año en lugar de reducir esa cifra a la mitad, como había previsto inicialmente, y decidirá más adelante el calendario de retirada de 2016.
El mandatario dio hoy un discurso y visitó la Tumba del Soldado Desconocido en el cementerio de Arlington, donde se entierra a los caídos en combate desde 1864 y que reúne más de 250.000 tumbas de veteranos y militares que lucharon desde esa fecha hasta las recientes guerras en Irak y Afganistán.
Obama aseguró que la pérdida de los combatientes estadounidenses «es una deuda que nunca podremos pagar por completo, pero nunca dejaremos de intentar pagarla por completo».
También recordó que, a pesar de que ya no haya misiones de combate sobre el terreno, los militares estadounidenses «todavía están en servicio, y todavía se sacrifican alrededor del mundo».
El presidente estadounidense no mencionó a las tropas estadounidenses que efectúan desde el aire, en coordinación con una coalición internacional, los ataques contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
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