San Juan, 14 jun (EFEUSA).- Cerca de un millar de personas se manifestaron hoy por las calles de San Juan en reclamo de la independencia de Puerto Rico y la liberación de Oscar López Rivera, considerado en la isla un preso político de EE.UU.
En esta su segunda edición, la marcha, encabezada por líderes independentistas y políticos que apoyan esa opción, partió del puente de Dos Hermanos (que une la isla principal con la isleta del Viejo San Juan) y recorrió parte del turístico barrio del Condado, hasta el parque Stella Maris.
Entre los asistentes a esta marcha convocada por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) se pudo ver al líder independentista puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, que estuvo 25 años preso por participar en un tiroteo en el Capitolio estadounidense en 1954. Fue indultado por el entonces presidente Jimmy Carter en 1979.
Los asistentes reclamaron la liberación de Oscar López Rivera, considerado el preso político más antiguo del continente, ya que lleva 34 años en prisiones de EE.UU. por conspiración sediciosa y otros delitos, ninguno de ellos de sangre.
La sociedad puertorriqueña reclama al presidente Barack Obama que le conceda un indulto, una opción que ya le ofreció en su día Bill Clinton y que el preso rechazó en reclamo de la liberación de otros compañeros.
La marcha fue secundada por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Partido Nacionalista, el Frente Socialista, el Movimiento Socialista de Trabajadores, el Partido Revolucionario de Trabajadores Puertorriqueños, la Coordinadora Caribeña y Latinoamericana, el Movimiento Ñin Negrón, la Nueva Escuela, el Colectivo Resistencia y el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Macheteros.
El presidente del PIP, Juan Dalmau, defendió que el «éxito» de la convocatoria fue una muestra del «patriotismo y compromiso con la independencia» de la sociedad puertorriqueña ante las crecientes pruebas de que el actual modelo «colonial» se ha agotado.
El principal reclamo de esta iniciativa fue la ruptura de todo vínculo político con EE.UU., iniciado en 1898 cuando Puerto Rico pasó de manos españolas a estadounidenses.
En la actualidad tiene el estatus de Estado Libre Asociado a EE.UU., lo que le confiere mucha independencia en la gestión de asuntos internos, pero escaso margen de maniobra en lo que se refiere a política exterior.
Esta marcha tiene lugar pocos días antes de que el Comité Especial de Descolonización de la ONU estudie de nuevo, el próximo 22 de junio, el caso de Puerto Rico.
«La idea es llamar la atención sobre el hecho político y la discusión colonial que tiene Puerto Rico con EE.UU.», explicó a Efe el presidente del MINH, Julio Muriente.
Con esta marcha -en la que se pudo ver cómo se quemaba alguna bandera de EE.UU.- «queremos insuflarle energía a la alternativa de la independencia de Puerto Rico -dijo-, su autodeterminación y el rescate de los poderes soberanos».
Aseguró que la soberanía nacional de Puerto Rico «es una alternativa fundamental para resolver los problemas sociales que existen en la isla».
Durante las últimas décadas, la opción del independentismo ha perdido mucho peso entre la sociedad puertorriqueña, que en su mayoría aboga por mantener el actual estatus (defendido por los «estadolibristas») o por la plena anexión a EE.UU. como un estado más (lo que se conoce como la «estadidad»).
En el referéndum más reciente (noviembre de 2012), se hicieron dos preguntas: en la primera el 54 % de la población dijo no estar de acuerdo con el actual estatus, y en la segunda el 61,1 % abogó por la anexión, el 33,3 % por el Estado Libre Asociado Soberano (una variante poco definida del actual estatus) y tan sólo el 5,5 % por la independencia.
«El ser independientes nos proveerá de los poderes soberanos para tomar decisiones, mientras que el colonialismo es una opción que se rige por los poderes de EE.UU.», enfatizó a Efe el profesor universitario y autor de varios libros.
Muriente puso el ejemplo del recién aprobado recorte del 11 % de fondos federales que recibe la isla para financiar la sanidad pública a través de una partida en la que el resto de los estados de EE.UU. recibirán todos una subida que ronda el 3 % de media.
«Debido a que el sistema de salud está regido por los EE.UU., nosotros no podemos hacer otra cosa que protestar sin que se nos escuche. Si fuésemos independientes, se decidiría en función de los intereses de la población y no de ese país», indicó.
Puerto Rico es un Estado Libre Asociado (ELA) de EE.UU. desde el 25 de julio de 1952, tras un acuerdo con el entonces gobernador Luis Muñoz Marín.
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