México, 11 ago (EFE).- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, designó como embajador en EE.UU. a Miguel Basáñez, un nombramiento que ya recibió el beneplácito del socio del norte y que empieza a generar reacciones encontradas por el perfil del elegido.
En una rueda de prensa en la capital mexicana, el titular de Relaciones Exteriores dijo que la nominación de Basáñez será enviada al Legislativo para su ratificación.
El anuncio llega cinco meses después de que Eduardo Medina Mora renunciara como embajador en Washington tras ser nombrado por el Senado mexicano ministro de la Suprema Corte de Justicia.
Su perfil es «ideal para representarnos en Washington», afirmó Meade tras destacar su «gran trayectoria política y académica», así como el «amplio reconocimiento» del que goza tanto en México como en Estados Unidos.
El ministro dijo estar seguro de que esa trayectoria permitirá lograr «una mayor interlocución con el gobierno del presidente (Barack) Obama».
Basáñez, un abogado experto en opinión pública que ha desempeñado varios cargos en el Gobierno, tendrá como objetivo «consolidar la relación bilateral y posicionar a México como un país en transformación», señaló la Cancillería en un comunicado.
Entre sus tareas destacan el empoderamiento de la comunidad mexicana en ese país, la construcción de una economía integrada dinámica y competitiva, y el desarrollo de una frontera segura y eficiente, precisó.
Además, impulsar la seguridad desde una «perspectiva integral» y dar «mayor visibilidad a las transformaciones positivas» del país, destacó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En la década de los ochenta, Basáñez desempeñó varios cargos en la Administración pública, el de fiscal del Estado de México y secretario particular del gobernador Alfredo del Mazo (1981-1986), familiar de Peña Nieto y miembro del poderoso grupo político de Atlacomulco.
Considerado un pionero de los sondeos electorales en este país, durante varios años fue encuestador de la Presidencia y catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Autónoma del Estado de México y la Iberoamericana.
Después se mudó a Estados Unidos, donde es director asociado del Instituto de Cambio Cultural de la Escuela Flecther, en la Universidad de Tufts, y está al frente de los Proyectos Especiales de Investigación y Docencia de la misma institución.
Es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuenta con maestrías en Administración Pública y Filosofía Política y un doctorado en Sociología Política por la Universidad de Londres.
Ha publicado una decena de libros y más de 150 artículos relacionados con procesos y encuestas electorales.
Los analistas políticos admiten que es un amplio conocedor de Estados Unidos, pero con nula experiencia en el servicio diplomático en un momento complejo de la relación bilateral por temas como la seguridad y la migración.
En un artículo reciente publicado en el diario El Universal, el vicepresidente del Centro Wilson, Andrew Selee, consideró que el nombramiento de Basáñez, que conoce a Peña Nieto desde hace más de tres décadas, sería una «apuesta a presentar una cara fresca y de confianza en la relación bilateral».
En opinión del escritor y periodista León Krauze, los problemas muy específicos que afrontan los mexicanos que viven en EE.UU. «requieren de una operación diplomática diligente y plenamente preparada».
México considera estratégica su relación con Estados Unidos, un país con el que tiene un intercambio comercial de 534.000 millones de dólares y donde viven 11,4 millones de mexicanos.
EE.UU. es el primer socio comercial de México, donde viven un millón de ciudadanos estadounidenses, mientras que México es el tercer socio comercial de Estados Unidos.
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