Islamabad, 11 ene (EFE).- El Grupo a Cuatro (G4) que forman Estados Unidos, China, Pakistán y Afganistán para buscar soluciones a 15 años de conflicto afgano, mostró hoy su respaldo a un proceso sin condiciones previas con los talibanes y a agotar todas las vías para llevar a los violentos a la mesa de negociación.
En medio de un gran secretismo apenas roto durante la intervención del anfitrión de la reunión, el asesor de política exterior paquistaní, Sartaj Aziz, los cuatro países han desarrollado una maratoniana jornada de trabajo a puerta cerrada en Islamabad.
«Es importante que las condiciones previas no estén unidas al comienzo del proceso de negociación. En nuestra opinión, esto sería contraproducente», afirmó Aziz al inicio de la reunión según un comunicado del ministerio de Exteriores paquistaní.
El representante paquistaní advirtió de que «la amenaza del uso de la acción militar» contra los que calificó de «irreconciliables» no puede preceder tampoco a la oferta de negociaciones dirigida «a todos los grupos talibanes».
El cómo actuar contra ellos se decidirá si se agotaran todas las vías para llevarlos a la mesa de diálogo, dijo el asesor de Exteriores sobre una hoja de ruta que subrayó que «tiene que ser realista y flexible», y evitar además el que se impongan «límites temporales».
Javid Faisal, portavoz de la oficina del Jefe del ejecutivo afgano, Abdulá Abdulá, aseguró el domingo en Kabul que el Gobierno paquistaní iba a compartir con Afganistán en esta reunión una lista de talibanes a favor y en contra del diálogo, sin que haya trascendido si finalmente fue entregada en el encuentro.
El principal grupo de los talibanes afganos liderado por el mulá Mansur todavía no se ha pronunciado sobre esta reunión en Islamabad, que busca poner fin a una guerra que comenzó en 2001 con la invasión estadounidense de Afganistán.
La formación del G4 se fraguó en la V Conferencia del Corazón de Asia que acogió Islamabad en diciembre de 2015, en reuniones multilaterales pero sobre todo en encuentros bilaterales como el mantenido entonces por el presidente afgano, Ashraf Gani, y el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif.
Gani y Sharif coincidieron en la cumbre mundial sobre el cambio climático en París del mes pasado y se comprometieron a trabajar en pro de la reanudación del proceso, antes de esa reunión en Islamabad de la que salió la disposición a formar este grupo que «coordine» un diálogo entre el Gobierno afgano y los talibanes.
Los cuatro coincidieron en que un acuerdo negociado es la mejor vía para una paz duradera en Afganistán, en este intento de recuperar un proceso que el Gobierno afgano y los insurgentes mantienen congelado.
Pakistán celebró hace seis meses una primera reunión entre representantes del Gobierno afgano y los talibanes, pero las conversaciones se suspendieron al conocerse a finales de julio la muerte del líder fundador talibán, el mulá Omar.
Algunos comandantes se opusieron después al nombramiento como nuevo jefe del mulá Mansur e incluso se escindieron del grupo, lo que generó una guerra abierta entre distintas facciones en varias provincias afganas.
A esta primera reunión del G4 asistieron entre otros el secretario de Exteriores, Aizaz Ahmad Chaudhry, y el asistente especial del primer ministro paquistaní en esta materia, Syed Tariq Fatemi, así como el viceministro de Exteriores, Hekmat Khalil Karzai, y el secretario del Alto Consejo para la Paz de Afganistán, Farhadullah Farhad.
En el encuentro también participaron el representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Olson, y el enviado especial de China para Afganistán, Deng Xijun.
Gani anunció a finales de diciembre que a esta reunión en Islamabad le seguirá otra en Kabul, pero sin desvelar la fecha.
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