Arlington (VI), 1 mar (EFEUSA).- El precandidato republicano a la Casa Blanca John Kasich se propone vencer al magnate Donald Trump "con paciencia", esperando "el momento" y sin caer en el insulto, en una estrategia de largo plazo que lo fía todo ganar en el estado que gobierna, Ohio, el próximo 15 de marzo.
«A Donald Trump no se le vence insultándolo, eso solo lo hace más fuerte, porque ese ataque personal moviliza a sus votantes. Se le gana siendo paciente, esperando el momento», dijo hoy Kasich ante un centenar de personas en la Universidad George Mason de Virginia.
El gobernador, sin aludirle directamente, lanzaba así un reproche a su principal rival, el senador Marco Rubio, con el que compite por el voto del «establishment» (el grupo dominante) del partido.
En la última semana, Rubio ha pasado al ataque contra Trump y, recurriendo a una nueva retórica, ha llegado a ridiculizar el tamaño de sus manos o los errores que comete en sus mensaje de Twitter.
Kasich, el más moderado de los cinco candidatos republicanos que quedan en campaña, apuesta por mantenerse al margen del «cuerpo a cuerpo» y se limita a hablar de sus propuestas políticas, para presentarse como la alternativa madura y sensata en estas combativas y atípicas primarias.
El gobernador eligió hacer campaña hoy, «supermartes», en el norte de Virginia, donde espera lograr un buen resultado al ser la parte más progresista de un estado que en los últimos años ha pasado de «rojo» (republicano) a «morado» (en disputa).
La campaña del gobernador asume que hoy no será una buena noche. A lo máximo que aspiran es a lograr un buen resultado en los estados con un voto republicano más moderado como Vermont, Massachusetts y Minesota.
Esos son los mismos estados en los que tiene esperanzas Marco Rubio, el favorito del «establishment» (grupo dominante) republicano para evitar que Trump sea el nominado.
Kasich negó este lunes los rumores de que está recibiendo presión por parte del «establishment» del partido para abandonar la campaña y permitir que Rubio aglutine unos votos vitales para poder apuntalarse como alternativa real al magnate.
La campaña del gobernador tiene una fecha clave: el próximo 15 de marzo, cuando su estado, Ohio, vota en unas primarias donde el que gana se lleva los 66 delegados.
Si gana allí, asumirá que tiene la fuerza suficiente para seguir con su campaña. Si no, ha prometido que se retirará de las primarias.
Un sondeo publicado la semana pasada por la Universidad Quinnipiac indica que Trump supera a Kasich en Ohio (31%-26%) por menos margen del que gana a Rubio en Florida, con 16 puntos porcentuales de ventaja.
«Que le pidan entonces a Rubio que lo deje. Yo tengo mejores perspectivas en mi estado que él en el suyo», defendió el lunes el gobernador en CNN.
Los seguidores de Kasich parecen compartir su optimismo, pese a que su única victoria ha sido un segundo puesto en Nuevo Hampshire y la gran mayoría de las encuestas estatales lo relegan al cuarto y quinto puesto junto al neurocirujano retirado Ben Carson.
«Tenemos un largo camino que recorrer. Tiene muchas posibilidades si llegamos a la Convención de julio sin un nominado», dijo a Efe Tom Rusell, un hombre de 55 años y vecino de Alexandria (Virginia) que lleva todo el día haciendo campaña por Kasich en el norte del estado.
«Estamos hartos de partidos políticos, lo que queremos es alguien que nos una, alguien en la mitad, y él es Kasich», comentó a Efe Kelly, de 36 años y vecina de Arlington.
Lo que más convence de Kasich entre sus seguidores es su campaña positiva, su experiencia de gobierno y su capacidad para unir el partido y el país.
«Muchos se sorprenderían de lo muchísimo que tiene en común con -la demócrata- Hillary Clinton. No puede ir más lejos porque es republicano, pero da gusto escucharle hablar de cambio climático, ver que es más o menos abierto en los derechos de los homosexuales», dijo a Efe el joven Lucas Daniels, que asistió al evento de Kasich con una camiseta de Clinton en la que puso una pegatina del gobernador.
La misma opinión comparte Jeff, de 37 años, un independiente que este año ha decidido votar demócrata pero que optaría por Kasich de entre todos los republicanos.
En el mismo centro de votación de Rosslyn (Virginia), Karen se muestra escandalizada porque en la puerta solo hay carteles de Trump: «Estoy en shock, si puede organizarse y tener apoyos en el norte de Virginia, ¿Qué va a pasar?».
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