Madre indocumentada busca evadir deportación refugiada en iglesia de Georgia

Madre indocumentada busca evadir deportación refugiada en iglesia de Georgia

Atlanta (GA), 4 ago (EFEUSA).- Una salvadoreña embarazada lucha contra la deportación tras refugiarse en una iglesia en Georgia junto con sus dos hijos después de cortarse el brazalete electrónico que las autoridades migratorias le habían colocado.

Claudia Jurado, de 27 años, tenía plazo hasta el pasado viernes para abandonar Estados Unidos, pero prefirió pedir refugio en la Iglesia de Nuestra Señora de las Américas, en la ciudad de Lilburn.

«Lo hice porque (…) como madre pensé en mis hijos y en lo que volver a mi país significa. Es duro andar así y tomar esta decisión pero Dios nunca desampara a nadie», dijo a Efe.

Jurado señaló que si fuera forzada a regresar El Salvador su vida y la de sus hijos correría peligro, y que por ello piensa permanecer refugiada en el templo todo e tiempo que sea necesario.

«Allá está todo muy feo con las maras y la delincuencia (…), tengo más miedo de regresar y que me hagan algo. Yo pienso que si regreso, voy a durar muy poco», indicó Jurado, que permanece refugiada desde el fin de semana con sus hijos de uno y cuatro años.

La inmigrante abandonó en diciembre pasado su país, junto con su esposo, tras ser amenazados de muerte por pandilleros si no cumplían con el pago de extorsiones.

Jurado fue detenida ese mes con su esposo e hijos mientras ingresaba ilegalmente al país por la frontera, y aunque las autoridades los dejaron ir, abrieron un proceso de deportación contra la pareja.

Tras varias audiencias en corte, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cerró el caso de Jurado y ordenó su deportación el pasado viernes por considerar que no existían suficientes pruebas de que su vida estuviera en peligro.

Las autoridades migratorias señalaron en un comunicado que Jurado incumplió con la orden de deportación al no presentarse a las oficinas de ICE y removerse el brazalete electrónico.

No obstante, ICE tiene como política no ingresar a iglesias a detener a personas que enfrentan la deportación, excepto en casos excepcionales.

De acuerdo con Jurado, desde que buscó refugio ni ella ni el abogado que la representó durante el proceso han sido contactados.

«Hasta ahora no ha habido nada de parte de las autoridades de migración ni la policía», manifestó.

Si bien la iglesia le abrió sus puertas a Jurado, la Arquidiócesis Católica de Atlanta indicó hoy que espera que la situación no sea por tiempo indefinido.

«La misión de Nuestra Señora de las Américas le brindará asistencia hasta donde la ley y sus limitados recursos lo permitan, se debe estar consciente de que la misión no es una solución a largo plazo», señaló.

Las iglesias de varias denominaciones del país han servido en los últimos años de santuario para indocumentados que buscan evitar órdenes de deportación y que ven en los templos un lugar seguro mientras se resuelve su situación legal.

Este viernes la mexicana Rosa Robles Loreto cumple un año en una iglesia «santuario» en la ciudad de Tucson, en Arizona, e iguala así a su compatriota Elvira Arellano, quien en 2006 estuvo refugiada un año en una iglesia en Chicago, en Illinois.

Arellano, nombrada «Persona del año» por la revista TIME en 2006 por su lucha a favor de los inmigrantes, fue la primera indocumentada en ganar la atención de los medios sobre el tema.

Por su parte, la activista guatemalteca de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT) Sulma Franco, está refugiada desde junio pasado en una iglesia en Austin, Texas.

Otro de los refugiados, Arturo Hernández, salió el pasado 21 de julio de una iglesia en Denver tras nueve meses de permanecer allí y después de recibir un carta de las autoridades migratorias que consideran «de baja prioridad» su deportación a México.

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