Obama renueva ley sobre Cuba para conservar autoridad para relajar sanciones

Obama renueva ley sobre Cuba para conservar autoridad para relajar sanciones

Washington, 11 sep (EFEUSA).- El presidente Barack Obama renovó hoy por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, que sustenta el embargo económico impuesto a Cuba, y con esa acción podrá seguir manteniendo su autoridad ejecutiva para relajar sanciones a la isla en el proceso de normalización bilateral.

En una declaración enviada a Efe, un alto funcionario del Gobierno explicó bajo anonimato que esa prórroga implica, aunque parezca lo contrario, que Obama sigue manteniendo su autoridad y «flexibilidad» para relajar las sanciones a Cuba mediante decretos ejecutivos.

Obama tenía que decidir antes del próximo lunes, 14 de septiembre, si prolongaba las sanciones a Cuba bajo la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, un estatuto de 1917 al que el entonces presidente John Kennedy recurrió en 1962 para imponer el embargo económico a la isla y que desde entonces han renovado, año tras año, los nueve siguientes presidentes.

Cuba es actualmente el único país del mundo sancionado bajo esa ley, que autoriza al presidente a imponer y mantener restricciones económicas a estados considerados hostiles.

En un memorando enviado hoy a los secretarios de Estado y del Tesoro, Obama explica que su decisión de prorrogar por un año más la ley, hasta el 14 de septiembre de 2016, está «en el interés nacional» de EEUU.

La «renovación» de la Ley de Comercio con el Enemigo «maximiza la flexibilidad del presidente para administrar el embargo a Cuba y autorizar determinadas transacciones», precisó a Efe el alto funcionario en su declaración.

A continuación, agregó que esa flexibilidad «es fundamental» para «el compromiso» del Gobierno de Obama de ayudar al pueblo cubano «a determinar libremente su propio futuro».

Por otro lado, Peter Boogaard, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, dijo a Efe en otra declaración que Obama «sigue creyendo que el Congreso debería levantar el embargo a Cuba» y ya ha tomado una serie de medidas para «normalizar las relaciones» con la isla.

Boogaard detalló que, «hasta que el Congreso actúe, la Administración seguirá tomando medidas prudentes y responsables para permitir el comercio y los viajes» dentro de las «limitaciones» que impone el embargo a Cuba.

«La Ley de Comercio con el Enemigo es, con mucho margen, el estatuto principal que activa el embargo. Pero también es el único que confiere la actividad ejecutiva al presidente para relajar el embargo a Cuba», explicó recientemente a Efe Robert Muse, un abogado considerado por muchos como el mayor experto en la legislación estadounidense respecto a la isla.

Con base en esa ley, Estados Unidos adoptó en 1963 las regulaciones para el control de activos cubanos, que prohíben toda transacción financiera con Cuba no autorizada por el Departamento del Tesoro y que suponen «el 95 % del embargo», según Muse.

El embargo quedó codificado como ley en 1996 mediante la legislación Helms-Burton, que estipula que las restricciones económicas deben mantenerse en vigor hasta que Cuba cumpla ciertas condiciones, entre ellas que la familia Castro abandone el poder.

La decisión de hoy de Obama se enmarca dentro del proceso histórico para la normalización de las relaciones entre EEUU y Cuba iniciado en diciembre pasado.

Ese proceso ha llevado al restablecimiento de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961, con la reapertura en julio de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.

En agosto, el secretario de Estado, John Kerry, realizó la primera visita en 70 años de un jefe de la diplomacia estadounidense a Cuba y la Casa Blanca ha indicado que a Obama le gustaría viajar a La Habana antes de que concluya su mandato en enero de 2017.

Precisamente hoy, delegaciones de los dos países están celebrando en La Habana su primera reunión bilateral tras la apertura de las embajadas para definir la hoja de ruta de la nueva etapa de normalización de las relaciones.

Los principales escollos para la normalización plena son el embargo estadounidense sobre la isla, el reclamo de Cuba de la devolución de los terrenos de la Base Naval de Guantánamo y las profundas diferencias que existen sobre la situación de los derechos humanos y libertades políticas en el país caribeño.

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