Puerto Rico elude el que podría haber sido su primer gran impago de deuda

Puerto Rico elude el que podría haber sido su primer gran impago de deuda

San Juan, 1 dic (EFEUSA).- Puerto Rico decidió hoy atender el pago de 354 millones de dólares de deuda que vencía este martes, con fondos de varias empresas públicas, en un gesto de buena fe a cambio de una intervención inmediata de Washington.

Así lo anunció hoy el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), brazo financiero del Gobierno de este Estado Libre Asociado a EEUU y responsable de la mayor parte de esa deuda.

Hasta el último momento los mercados temieron que la isla caribeña optara por el impago, alegando que necesita fondos para financiar los servicios públicos básicos, lo que hubiera supuesto el primer impago de fondos garantizados constitucionalmente.

Sin embargo, el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, insistió hoy en Washington en que el pago se ha podido hacer gracias a medidas extraordinarias e «insostenibles» en el tiempo y que se necesita que el Congreso federal permita cuanto antes que la isla se acoja a la Ley de Quiebras para emprender una reestructuración ordenada de sus 72.000 millones de dólares de deuda.

De hecho, el próximo 1 de enero tendrá que hacer frente a otro pago multimillonario de deuda para cuyo pago volverá a tener serias dificultades.

Para realizar el pago de hoy, se han desviado fondos de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), la de Carreteras y Transportación (ACT), la de Financiamiento de la Infraestructura (AFI) y la de Transporte Integrado (ATI), que ya tienen serias dificultades económicas, así como del Distrito de Convenciones de Puerto Rico.

«La prioridad de la Administración siempre ha sido y será el bienestar de los puertorriqueños, por lo cual intentamos negociar con las aseguradoras de nuestros bonos para refinanciar el pago que vencía hoy, pero los términos y condiciones que nos querían imponer eran inaceptables», explicó hoy Víctor Suárez, actual secretario de Estado, en una conferencia de prensa.

García Padilla apuntó ante la Comisión de lo Jurídico del Senado federal que esta ha sido la única opción que se ha encontrado para atender el vencimiento de la deuda sin sustraer fondos necesarios para proteger «la vida, la salud, la seguridad y el bienestar» de los puertorriqueños.

El Senado estudia si permite a la isla acogerse al Capítulo 9 de la Ley federal de Quiebras, algo que Puerto Rico lleva meses reclamando.

«El pago de los servicios de la deuda de hoy refleja nuestro compromiso de atender nuestras obligaciones a pesar de los extremos desafíos fiscales que enfrentamos, en un esfuerzo para facilitar un proceso de reestructuración voluntaria con nuestros acreedores», apuntó igualmente la presidenta del BGF, Melba Acosta.

«Sin embargo, no nos engañemos: la posición de liquidez de Puerto Rico está muy limitada en este momento, a pesar de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno para mejorarla», agregó en un comunicado, en el que también pidió a los acreedores «sacrificios» para renegociar la deuda.

«También seguimos pidiendo al Congreso (de EEUU) que actúe responsablemente y proporcione a Puerto Rico la ayuda que necesita», para evitar así «una verdadera crisis humanitaria».

Durante su ponencia en Washington, García Padilla dijo que el pueblo puertorriqueño ya lleva una década de sacrificios.

«Hemos recortado los gastos en más del 20 %, reformamos nuestro fondo de pensiones y está en transición el impuesto sobre las ventas a otro sobre el valor añadido con una tasa de 11,5 %», indicó García Padilla, que citó también la subida de impuestos y la reducción de rutas de transporte público.

Destacó además que la emigración masiva (unas 300.000 personas en la última década sobre una población de 3,5 millones de habitantes) ha reducido la base de impuestos recaudados.

El mandatario aclaró que no se pide al Congreso estadounidense un «rescate», sino el acceso a un marco legal para reestructurar la deuda, un trato equitativo con el resto de ciudadanos estadounidenses en los planes de asistencia sanitarios públicos y la exención de la Ley Jones que obliga a que la mercancía que llega a la isla lo haga a través de embarcaciones estadounidenses.

El Senado federal convocó hoy además al representante de Puerto Rico ante el Congreso estadounidense, Pedro Pierluisi, quien dijo que ya es hora de que Washington legisle para contribuir a solucionar el problema de la deuda de la isla.

En opinión del también líder del principal partido de la oposición, el Partido Nuevo Progresista de Puerto Rico (PNP), las políticas de EEUU hacia la isla «no son equitativas ni coherentes».

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