Washington, 14 jul (EFEUSA).- El capo Joaquín "El Chapo" Guzmán, que se fugó el sábado de una prisión mexicana, recuperó hoy el título de "enemigo público número uno" de Chicago, etiqueta que perdió tras su captura en febrero de 2014 y que solo ha detentado otro temido criminal: el gángster Al Capone.
En una rueda de prensa, la Comisión sobre Crimen de Chicago anunció que otorgará de nuevo este título al narcotraficante porque el cartel de Sinaloa, que encabeza «El Chapo», es la organización criminal que más droga distribuye en esta ciudad del medioeste del país y separada por más de 3.000 kilómetros de la capital de México.
«Vamos a nombrar a un nuevo delincuente más buscado en EEUU. Este es el hombre del que muchos estadounidenses nunca han oído hablar. Usaremos este título que, por primera vez, tuvo Al Capone en 1930 y que, por segunda vez, tenemos la necesidad de dar por la agresividad, la maldad y el poder con el que actúa», destacó el portavoz de la Comisión sobre Crimen de Chicago, John Pastuovic.
«Es claramente más peligroso que Al Capone. Su poder amenaza todas las ciudades y todas las regiones en las que actúa (…) Su nombre es Joaquín Guzmán Loera y es la cabeza del cartel de Sinaloa», destacó Pastuovic, voz de esta organización no gubernamental que se dedica a la prevención del crimen desde 1919.
El que fuera enemigo público número uno para Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden detentó, por primera vez, el título de «enemigo público número 1» en febrero de 2013, justo un año antes de que fuese capturado en una acción que fue considerada como el mayor golpe asestado al narcotráfico en México en una década.
«El Chapo» fue capturado el 22 de febrero de 2014, 13 años después de que escapara por primera vez de un penal de máxima seguridad mexicano, y desde entonces el puesto de criminal más peligroso de Chicago ha estado vacante.
El jefe mafioso Al Capone detentó este título en los años 30, cuando reinaba la «ley seca», hasta que fue enviado por las autoridades federales a la prisión de Alcatraz.
En respuesta a la fuga de «El Chapo», el Gobierno mexicano cesó este lunes a tres funcionarios involucrados en la administración penitenciaria de la que escapó el poderoso narcotraficante y ofreció una recompensa de 60 millones de pesos (3,8 millones de dólares) para quien dé información que facilite su captura de nuevo.
Washington, que colabora mano a mano con México para cazar a «El Chapo», retiró el lunes su interés en juzgar en un futuro y ante sus autoridades judiciales al peligroso narcotraficante en paradero desconocido.
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