San Juan, 29 feb (EFEUSA).- En lo que va de año se han registrado en Puerto Rico 104 asesinatos, lo que supone un incremento del 24 % respecto al mismo periodo del año anterior, según datos facilitados hoy por la Policía de la isla.
Sólo durante el pasado fin de semana se produjeron siete asesinatos en esta isla de 3,6 millones de habitantes: dos dobles asesinatos en las localidades de Hato Rey y Cidra, así como otras tres muertes en Bayamón, Cidra y Canóvanas.
Salvo Cidra, el resto de las localidades se encuentran en el área metropolitana de San Juan. Durante el fin de semana también se registraron heridos de bala en Canóvanas, San Juan y Bayamón, así como en Mayagüez, en el extremo oeste de la isla.
La Policía también detalló que en lo que va de año se han registrado 36 suicidios, lo que supone una media de más de uno cada tres días y representa un incremento del 38 % respecto al mismo periodo del año anterior.
En una reciente entrevista con Efe, el jefe de la Policía de Puerto Rico, José Caldero, explicó que se ha registrado un incremento de asesinatos y violencia ligados al entorno familiar, lo que podría estar vinculado con el deterioro social que conlleva la crisis económica que atraviesa la isla desde hace una década.
Tradicionalmente, la mayor parte de la violencia que sufre Puerto Rico, así como en otras islas de la región, está asociada al tráfico, venta y consumo de drogas, y suele afectar a adolescentes y hombres jóvenes relacionados con alguna de esas actividades.
Este incremento ha hecho saltar las alarmas de las autoridades locales, ya que hasta ahora se había ido logrando una progresiva reducción del crimen, de forma que el número de asesinatos en 2015 fue el más bajo en los últimos 30 años y representó la mitad que el registrado en 2011, cuando se alcanzó un máximo histórico (1.164 homicidios).
«Los asesinatos que ha habido en las últimas semanas tienen que ver con la interacción familiar», explicó Caldero, que aseguró que muchos de ellos están relacionados «con la salud mental del pueblo y con la poca tolerancia».
Puerto Rico vive una crisis en parte generada por una economía en recesión desde hace diez años, con una deuda que ronda los 72.000 millones de dólares, una tasa de desempleo que duplica la de cualquier otro estado de EE.UU. y una emigración que ha provocado que el 10 % de la población haya dejado la isla en la última década.
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