Moscú, 28 feb (EFE).- Los embajadores de la Unión Europea (UE) y de Noruega rindieron hoy tributo al dirigente opositor ruso Boris Nemtsov en el puente frente al Kremlin en el que fue asesinado hace un año.
«Al igual que hace un año (…) hemos venido a manifestar lo importante, que es que los que organizaron y perpetraron este horrible crimen sean llevados ante la Justicia», dijo a la prensa Vigaudas Usackas, embajador de la UE en Rusia.
Los diplomáticos europeos recorrieron a pie el puente sobre el río Moscova hasta al altar con flores, fotos y velas erigido por los partidarios del político liberal, enemigo acérrimo del presidente ruso, Vladímir Putin.
Una vez allí, guardaron un minuto de silencio y depositaron ramos de flores en recuerdo del opositor, que fue gobernador, diputado, viceprimer ministro y delfín del primer presidente ruso, Boris Yeltsin.
«Nemtsov era un político brillante que defendía nuestra causa común, las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. Fue asesinado de manera cruel, algo que nos indignó a todos nosotros», dijo Usackas.
El diplomático lituano también recordó que Nemtsov fue uno de los pioneros del movimiento democrático en los últimos años de vida de la Unión Soviética y, una vez pasó a la oposición tras la llegada al poder de Putin, defendió los mismos principios que defiende la UE.
No quiso en cambio aludir a la marcha de la investigación sobre el asesinato ni a la petición de ponerle el nombre de Nemtsov al puente donde fue tiroteado el 27 de febrero de 2015, aduciendo que son «asuntos internos» de Rusia.
Por ese mismo motivo, los diplomáticos europeos tampoco acudieron ayer a la multitudinaria marcha en recuerdo de Nemtsov organizada por la oposición extraparlamentaria y que atrajo a decenas de miles de personas.
El embajador norteamericano, John Tefft, que calificó al opositor de «amigo» de EEUU, realizó la ofrenda floral el sábado, con ocasión del aniversario del asesinato de Nemtsov, que fue tiroteado cuando investigaba la muerte de soldados rusos en Ucrania.
Mientras, los rusos siguieron acercándose al puente, situado a escasos metros de las murallas del Kremlin y la plaza Roja, para colocar flores, velas y carteles, o simplemente rezar.
Entre ellos estaba una compungida Sveta, que vino especialmente desde la región de Karelia (noroeste) para recordar a Nemtsov, al que dijo haber conocido personalmente, y denunciar la represión de las libertades fundamentales.
Por su parte, Oleg quiso llamar la atención sobre el error histórico que supone el actual enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, a los que llamó «pueblos eslavos hermanos».
«Mi padre es ucraniano y mi madre es rusa. Vivo en Moscú», comentó a Efe, al tiempo que sostenía dos pequeñas banderas, una rusa y otra ucraniana
Las marchas pacíficas convocadas ayer en memoria del político liberal en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades de la Rusia europea y de Siberia se convirtieron en manifestaciones antigubernamentales a falta de seis meses para las elecciones parlamentarias.
La oposición extraparlamentaria volvió a acusar a Putin de crear el clima de odio que condujo a la muerte de Nemtsov, considerado el crimen político más sonado de la historia de este país desde la caída de la URSS hace 25 años.
La reacción del Kremlin y las autoridades ante al aniversario ha sido el más estricto de los silencios, aunque no en el caso de la Duma o cámara de diputados que se negó a mantener el viernes un minuto de silencio en recuerdo de antiguo parlamentario liberal.
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