Washington, 1 mar (EFEUSA).- El presidente Barack Obama se reunió hoy con varios senadores republicanos para tratar de acercar posturas sobre el nombramiento del sucesor del fallecido juez Antonin Scalia en el Tribunal Supremo, algo que no consiguieron.
La reunión fue «muy corta» y los republicanos se mantuvieron «inflexibles» en su negativa a evaluar y someter a voto al candidato que Obama proponga, según resumió ante los periodistas el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien también estuvo presente.
El encuentro en el Despacho Oval, en el que participó, además, el vicepresidente Joseph Biden, estaba condenado al fracaso de antemano, ya que, en un artículo publicado a primera hora del día, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, insistió en que Obama no es quien debería nombrar al reemplazo de Scalia.
«El pueblo estadounidense debería tener voz en la selección del próximo juez. Por lo tanto, el Senado no debería considerar a ningún nominado hasta después de la elección (de noviembre), cuando el pueblo haya hablado y tengamos un nuevo presidente», sostuvo McConnell en ese artículo.
Esa es la postura que McConnell, que asistió a la reunión con Obama junto con su colega republicano Chuck Grassley, presidente del Comité Judicial del Senado, mantiene desde el repentino fallecimiento de Scalia el pasado 13 de febrero.
Scalia era uno de los jueces más conservadores del Supremo y los republicanos creen que cualquier sustituto propuesto por Obama será más moderado, por lo que han anticipado su negativa a evaluar y someter a voto en el Senado a la persona a la que el mandatario nomine.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó por su parte que Obama expuso durante la reunión que su intención sigue siendo la de cumplir con su «responsabilidad constitucional» de nombrar al reemplazo de Scalia.
Además, Earnest añadió que Obama cree que, como presidente, «tiene la responsabilidad de consultar al Congreso» antes de nominar a alguien y por eso invitó hoy a los senadores a reunirse con él en la Casa Blanca.
Según el portavoz, Obama dio a todos los presentes «la oportunidad de presentar sugerencias» sobre posibles candidatos e indicó que acogería «seriamente cualquier recomendación».
Earnest eludió comentar si McConnell y Grassley hicieron alguna sugerencia al presidente, pero Reid dijo después a los periodistas que los senadores republicanos no mencionaron a nadie en concreto.
McConnell y Grassley abandonaron la Casa Blanca sin hacer declaraciones.
La semana pasada se conoció que Brian Sandoval, gobernador de Nevada, de origen hispano y republicano, estaba entre los posibles candidatos de Obama para la vacante del Supremo, pero él mismo rechazó casi de inmediato ser considerado para ese puesto.
El otro senador demócrata que asistió a la reunión, Patrick Leahy, comentó a los periodistas que la postura de los líderes republicanos en la Cámara Alta «no tiene sentido», ya que envía al país y al mundo la señal de que el Supremo «es una institución política», cuando «no lo es y no debería serlo».
En la misma línea, el propio Obama alertó la semana pasada de que la negativa de los republicanos en el Senado a evaluar y someter a voto al candidato que él proponga mina la «credibilidad» del Supremo, la máxima instancia judicial del país.
El Senado nunca se ha demorado más de unos 125 días en aprobar a un juez para el Supremo, pero en el caso de que se bloquee al sustituto de Scalia hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre se producirá un largo parón en el funcionamiento del máximo tribunal, que ahora se ha quedado con ocho miembros.
Así, varios asuntos de gran calado cuya resolución estaba prevista para el actual periodo de sesiones del Supremo, que culmina en junio, pueden quedar en suspenso, como un caso sobre el derecho al aborto u otro sobre las medidas ejecutivas de Obama en materia migratoria.
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